Pages

Singapur, el mayor desastre de la Royal Navy en la II Guerra Mundial

BATALLA NAVAL DE SINGAPUR 1942



Tras el ataque japones a Pearl Harbour, el 7 de diciembre de 1941 y la posterior declaración de guerra por parte del Congreso Americano, después de la intervención de su presidente Franklin Delano Roosevert, la guerra "Europea" se trasladaba también al escenario del océano Pacifico. De este modo se abría un nuevo frente en la II Guerra Mundial, la "Batalla del Pacifico". Churchill conseguiría para sí, el mejor de los aliados para poder plantar cara a las potencias del Eje.

    En 1819 Stamford Raffles había fundado en la isla de Singapur la ciudad con el mismo nombre, que pronto prosperaría y se convertiría en uno de los puertos comerciales más influyentes de todo el sudeste asiático.
Debido a lo lejos que se encontraba esta colonia inglesa, se había elaborado un plan para su defensa. El Estado Mayor británico había llegado a la conclusión de que en caso de conflicto bélico en el sudeste asiático, la isla de Singapur debido a su posición geográfica, podría resistir 60 días de asedio, periodo en el cual los británicos podrían armar una flota que fuese en su auxilio y levántese cualquier tipo de bloqueo. Por su posición geográfica, hacia el norte se encuentra una pequeña franja de entre dos y cuatro kilómetros de agua que separa Singapur de la península Malaya. Desde Malasia era difícil la llegada de un potente ejército invasor debido a la densa jungla que habita en esta región. Y un desembarco en las costas próximas a Singapur podría ser repelido por la aviación basada en la propia isla. Así que el alto mando militar inglés daba por bien defendida esta posesión de ultramar, tan lejos de la metrópoli.

Debido a la creciente tensión que se estaba alcanzando en la zona entre Japón y Estados Unidos, los británicos temían que la guerra se extendiese al océano Pacifico y pudieran ser atacadas sus bases asiáticas, y Singapur era un enclave de primer nivel. Por lo cual el Almirantazgo quiso mandar una gran fuerza naval compuesta por los dos acorazados de la clase Nelson, el crucero de batalla Renown y otros cuatro acorazados de la clase Royal Sovereign, junto a los portaaviones Hermes, Ark Royal y el Indomitable. Sin lugar a dudas esta era una formidable escuadra, equiparable a la que podían formar los japoneses.
Pero no sería así la realidad. Churchill como siempre metido a Jefe de Estado Mayor impuso su tesis de que no era necesaria una flota de tal tamaño, y quiso preparar otra fuerza compuesta por el nuevo acorazado Príncipe de Wales y el crucero de batalla Repulse, junto al portaaviones Indomitable y varios destructores. Pensaba que no se atreverían los japoneses a fijar la proa de su escuadra hacia Singapur, que lo único que harían sería atacar el tráfico marítimo, máxime teniendo en Hawai la escuadra estadounidense. 
Un accidente propició que el Indomitable no pudiera ser incluido en esta escuadra, lo que la debilitaba aun más.
En la zona se encontraba el veterano portaaviones Hermes, el primer buque que se construyó como tal, pero su antigüedad y lentitud, junto a la falta de protección hicieron que se desestimase su inclusión en la flotilla. La ausencia de un portaaviones hacía que careciesen de la potencia de fuego y exploración que la aviación era capaz de proporcionar. Con estos dos formidables barcos Churchill daba por hecho que podrían hundir cualquier barco japonés (catch and kill) dado que daban 30 nudos, ignorando que los cruceros de batalla japoneses también daban esta velocidad, y creyendo que seguían siendo los dueños de los océanos  pero eso en diciembre de 1941 ya no era cierto.

Los japoneses habían conseguido una preparación de primer nivel de su armada, la Flota Combinada, con modernos acorazados y cruceros. Su fuerza aérea, y muy en especial sus aviadores eran los mejores del mundo, y lo iban a demostrar. Estaban perfectamente entrenados y con los fantásticos cazas Mitsubichi A6M conocidos como "zero” fueron imbatibles en la primera fase de la guerra. No fue hasta el desastre de Midway donde murieron muchos de ellos en la cubierta de sus portaaviones abrasados por las llamas, y la mejora técnica de los nuevos aviones aliados como el Grumman F6F Hellcat, lo que les privaría de su supremacía aérea en el Pacífico, propiciando su derrota.

En la noche del 7 de diciembre Singapur fue bombardeada por la aviación japonesa, al igual que lo había sido por la mañana Pearl Harbor. Y en la península  Malaya desembarcaban tropas comenzando de este modo la “Batalla de Pacífico”.
Frente a estos bombardeos y desembarcos que estaban realizando los nipones, el almirante Tom Philips se reunía el 8 de diciembre con Robert Brooke-Popham comandante y jefe del Extremo Oriente, para analizar la situación. Después tendría otra reunión con los comandantes de los barcos de guerra que mandaba y su Estado Mayor en el  Príncipe de Wales, analizando si salían o no en busca de las tropas enemigas. Tomó la decisión de salir al encuentro con la denominada "Fuerza Z" compuesta por el crucero de batalla  Repulse y el acorazado Príncipe de Wales, como su buque insignia, y cuatro destructores, para neutralizar a las fuerzas de desembarco niponas que se agolpaban en las costas malayas. 
El 8 de diciembre por la tarde Philips salía del puerto y nada más abandonarlo le comunico el vicemariscal del aire Pulford que no tendrían escolta de cazas ya que estos no se alojarían en Singapur, que estaban siendo bombardeada. Aun así Philips no cambio de estrategia y prosiguió su salida en busca de los transportes.
Los ingleses no lograrían encontrar los trasportes aquel día, pero ellos si fueron descubiertos el 9 de diciembre a las tres de la tarde por el submarino japonés I-65, que rápidamente comunico su posición. Esta noticia cogió por sorpresa a los japoneses que no esperaban esa rápida respuesta de los ingleses, temiendo que sus transportes de tropas pudiesen ser atacados. Todos los submarinos de la zona se lanzaron en la búsqueda de los barcos ingleses. Los cruceros de batalla que comandaba el almirante Nobutake Kondo, Haruna y Kongo, y la flotilla de destructores del contralmirante Shintaro Hashimoto también navegaban en busca de los barcos de Philips a toda máquina. Pero este al no encontrar los transportes viro hacia Singapur. Esa misma tarde del día 9 fueron avistados por aviones de reconocimiento que les siguieron hasta que se puso el sol, con lo cual Philips conoció que el factor sorpresa había desaparecido y los japoneses sabían de su salida.
Sobre las once de la noche Philips recibe noticias de los avances que están haciendo los japoneses en Malasia y de que hay una concentración de tropas en Kuantan. En ese momento Philips vuelve a cambiar de rumbo en busca de los anhelados transportes, para abortar su desembarco. Esta información resultaría ser falsa, pero claro esta, eso no lo podía saber el almirante inglés, y por la mañana cuando se presentaron en Kuantan no había ni rastro de barcos japoneses. Manda al destructor Express para que inspeccione la costa. Este vuelve comunicándole que no hay fuerzas japoneses en la zona. Con lo cual la flotilla inglesa, no pudiendo conseguir su objetivo decide volver a su base en Singapur.
Pero otro submarino el I-56 había detectado a la Fuerza Z dando de nuevo su posición esa misma noche. Le lanzaría cinco torpedos sin éxito. Perdiéndoles de nuevo la pista. De este ataque que habían sufrido los ingleses no tuvieron la menor noticia.
Pero al conocer de nuevo Kondo la posición de los ingleses mandaría por la mañana 11 aviones de reconocimiento seguidos de 34 bombarderos y 52 torpederos a su caza. Uno de los aviones de reconocimiento avistó la flotilla inglesa. Ante esta situación y el peligro que conllevaba, Philips debía pedir cobertura aérea, ya que sin lugar a dudas tarde o temprano aparecerían los bombarderos japoneses.

Y así sería, a solo 130 millas de Singapur fueron atacados por la aviación japonesa. Philips que debía haber pedido apoyo de sus cazas debido a la proximidad de su base, y saberse descubierto seguía sin hacerlo. Tenía ese viejo pensamiento de que los aviones japoneses no podrían hacer nada frente a su potente escuadra y al orgullo de la Royal Navy.

Avistados los buques ingleses, fueron atacados por bombarderos de alta cota, recibiendo un impacto el Repulse que no causo averías de importancia debido a la importante protección horizontal que llevaban estos magníficos barcos.
Pero el segundo ataque que recibieron si fue más peligroso. Se veían los aviones japoneses a ras de las olas, lo que sin duda significaba que eran torpederos. Debido a la protección vertical que cuentan estos barcos hace que su punto más "débil" sean las acciones tomadas con torpedos contra ellos. En esta ocasión el Príncipe de Wales recibió dos impactos de torpedo y lo dejo escorado. Pero aun así Philiphs no pedía cobertura aérea....tuvo que ser el comandante de Repulse, Tennant quien lo hiciera viendo el grave peligro que estaba corriendo la flota inglesa por los certeros ataques aéreos.
Volvieron a atacarle con bombas y pudieron ser esquivadas desde el Repulse, pero un ataque torpedero combinado desde estribor y babor hizo que fuera imposible de esquivar todos los torpedos y recibió su primer impacto. Luego serian otros tres más, ante los cuales no podría resistir los daños causados y lo llevaron al fondo del mar. Cuatro impactos más recibiría también el Príncipe de Wales. Y fue entonces cuando Philiphs pidió ¡remolcadores!, debido al estado en que se encontraba su acorazado, herido de muerte.

Cuando los aviones de la RAF llegaron, solo pudieron ver como se hundían esas moles de acero sembrando el pánico en sus tripulaciones que como podían abandonaba el barco. Entre los 327 hombres que murieron en el Principe de Wales se encontraba Tom Philiphs, el máximo responsable de la  Fuerza Z.

Hundimiento del Príncipe de Wales donde murieron 327 marineros.

Después de esta operación Singapur quedaba si apoyo marítimo, y todo el sureste del pacifico huérfano de los grandes acorazados y cruceros de batalla aliados, ya que también habían sido dañados o hundidos los barcos de línea de la flota americana del Pacífico en Pearl Harbor, Hawai.

Posteriormente se crearía una flota aliada comandada por el almirante holandés Karel Doorman compuesta por cruceros y destructores holandeses, ingleses, australianos y americanos denominada ABDACOM, que sería destruida en el Mar de Java por la flota combinada japonesa, encontrando el propio Doorman la muerte en su crucero De Ruyter, que tomaba el nombre del ilustre almirante holandés del siglo XVII. 

Barcos hundidos en la batalla de Singapur:

Crucero de Batalla Repulse (37.000t), atacado por aviones japoneses con base en tierra, recibiendo 5 torpedos y una bomba de 250kg antes de irse a pique, llevándose consigo a 513 hombres.


Acorazado Príncipe de Wales (44.500t), el buque insignia de la “fuerza Z” fue el primer acorazado moderno en ser hundido en la segunda guerra mundial al sufrir impacto de 6 torpedos y una bomba de 550 kg. Solo lograron abatir 3 aviones japoneses.